Paradise City

Grande grande el concierto. Evidentemente, me tocaron las entradas, y fuimos Zin y yo a botar como locas.

Y estuvo bien, no fue el bodrio que me esperaba, aunque como la gente se mepeña en decir que fue una porquería... por supuesto que no es la gira del Use Your Illusion: los añpos no pasan en balde y la verdad sea dicha, desde mi experiencia conciertera viendo grupos que ya tienen algunos años, se puede decir que Axl con su trayectoria de años atrás está mejor de lo que yo pensaba que iba a estar, tanto en forma física como vocal. Y sí, estaba más gordo, ¿Y? corría como lo hacia antaño, y hacía los mismos bailecitos con el pie de micro. ¿Qué más puede esperar un fan sin tener que volver atrás en el tiempo? Aparete el despliegue técnico: tres guitarristas sobre el escenario, fuego, confetti, humo, tres pantallas y un juego de focos que deslumbraba. 17000 personas no podían estar equivocadas cuando aplaudían, así que no me creoq ue estuvieran tan decepcionados. Las canciones casi todas clásicos, se dejaron algunas como So Fine, Don´t Cry... pero no faltaron Welcome to the Jungle, November Rain, Patience, Mr. Brownstone, Sweet Child o'Mine, You could be mine... ni AXL al piano, que subieron al escenario.
Lo malo: dos horas de retraso que supieron a rabia a más de uno/a. Solos de guitarra que desentonaban totalmente con el estilo más propio de G&R, demasiado técnicos y muy poco rock&rolleros, que cortaban un poco el rollo a un público que no empezaba a estar muy animado a medida que pasaban los temas.

Pero yo encantada, que si me dicen que voy a Bilbao el 14 de julio me lo creo y todo. Eru dirá.

Esa noche Madrid fue Paradise City.

Sorteos

Están sorteando ahora mismo en mi trabajo cinco entradas dobles para Guns n'Roses esta noche en Madrid, pero como siempre que me apunto a algo (excepto el sorteo de premios de los Rúnicos) nunca me toca nada.

COMO ME LLEVE ESAS ENTRADAS ME PUEDE DAR UN MAL...

No ha soportado tanta intriga...

Tanto trabajo y tanta comida me han dejado tirada hoy por la tarde. Antes de reiniciar los restos de mi jornada laboral me ha apetecido pasar por el blog a escribir un poco.

De paso comentar que últimamente me siento rara (más de lo que habitualmente soy). Será que no sé como reaccionar ante determinadas situaciones. A veces pienso que debería tener algo más de paciencia y darme tiempo. Al fin y al cabo estas cosas se pasan poco a poco.

Y es que estoy tan concentrada en deshacerme del pasado que no estoy viviendo el presente, o más bien, no estoy haciéndole demasiado caso. Y están pasando o van a pasar cosas buenas y no les doy la importancia que debería darles, pero tampoco siento que pueda hablar con nadie de esto, porque me sonaría estúpido al contarlo en voz alta.

Entonces desahogarlo no serviría más que para pasar vergüenza y sentirme un poco idiota. Supongo que será un periodo de confusión (de "ida de olla") de esos que a veces nos asaltan. No es nada que una buena juerga con amigos y una partidita de rol en casa de Raz no cure.

El hortelano

Da igual lo que digan: tonterías se hacen a cualquier edad. Da lo mismo que una sea una adolescente o una persona adulta, la tontería es algo implícito al ser humano ¿o es el ser humano a la tontería?... en estos tiempos que corren una ya no sabe si el orden de factores cambiaría el resultado.

Y es que se supone que cuando una madura va dejando de hacerlas, pero yo con la edad voy mejorando. La última duró seis años, y la anterior cuatro. La más antigua fue la más grave, pues me permití el lujo de trivializarla y por ello perdí a alguien muy especial en mi vida. Durante todos estos años me he esforzado en culpar a mis "incrédulos" amigos de que se fuera todo a tomar por saco, pero... ¿y si yo me hubiera limitado a mantener la boca cerrada?¿habría cambiado en algo la situación?

De verdad que no me lo planteo, palabra. Agua pasada no mueve molino.

Y de la última, parece mentira que no haya aprendido: y luego me llaman sensei. ¡Pues no es una enseñanza que quiera transmitir, precisamente! Aunque resulta en muchos casos algo enriquecedor, no quiero repetirlo, sólo de pensarlo se me indigesta hasta la cena. Y esto ha sido literal.

Me planteo que el giro de 180º que di a mi vida y que ha hecho que me equilibre no ha sido suficiente para arrancar el dolor de la experiencia, y no sé si serán necesarios otros seis años para darme cuenta que esto se tiene que acabar, que no tengo que culpar a nadie, ni a un castigo divino, ni pensar que no merezco lo que me pasa porque la culpa es sólo mía. Ahora mismo soy para mi corazón como el perro del hortelano, con lo que dejaré de pensar tanto y me pondré manos a la obra, esta vez sin sarcasmos.